20210626

Promueven el odio con símbolos religiosos

Los cristianos verdaderos y personas de buena voluntad, de derecha o izquierda, tendrán que hacer grandes esfuerzos para rescatar de los extremismos y del odio, allí, donde exista.

Adolfo Miranda Sáenz



En diferentes partes del mundo se instrumentalizan algunos símbolos cristianos y usan expresiones religiosas  manipulando la figura de Jesucristo para promover el odio. No nos extrañemos, siempre ha habido anticristos disfrazados de un falso cristianismo. Podría poner diferentes ejemplos de varios continentes, pero el espacio es corto. Comento tan solo un ejemplo cercano: En Estados Unidos (EE. UU,) los grupos más fanáticos y peligrosos que asaltaron el Capitolio, como Proud Boys, Oathkeepers, QAnon, 3 Percenters y America First, usaron y siguen utilizando el lenguaje y los símbolos cristianos para “justificar” acciones en favor del racismo, el supremacismo blanco y la derechización extrema y radical.
 
Recordemos al famoso “chamán” de QAnon haciendo una “oración” desde la tribuna del Senado cuando irrumpió en el Capitolio. Todo ese ropaje de un cristianismo manipulado ha alarmado tanto a algunos líderes religiosos que publicaron una carta abierta firmada por más de 1.400 pastores, sacerdotes y obispos de varias confesiones cristianas condenando esa perversión de la fe.
 
Pero el lenguaje, las banderas, camisetas y pancartas con símbolos cristianos usados por los racistas y los extremistas políticos blancos en EE. UU. (mayoritariamente  personas con bajo nivel de educación) no es algo nuevo. Inició con el genocidio de los indios exterminados por los colonos desde que en 1637 el capitán John Mason con un grupo armado de puritanos de Nueva Inglaterra quemó vivos a quinientos indios; “gracias a la Divina Providencia”, dijo Mason. Paralelamente existía la esclavitud de los negros traídos de África (1620-1865) y cuando los liberaron quedaron bajo las leyes de segregación racial. Desde entonces el KKK ha citado La Biblia para “justificar” la esclavitud y la segregación racial con frases como “La Biblia aprueba la esclavitud”.
 
El uso de escrituras y símbolos cristianos en los esfuerzos para someter o excluir a otros “en Nombre de Jesucristo” existe en el mundo desde Las Cruzadas (1076-1272) para expulsar de Tierra Santa a los musulmanes que tenían 400 años de estar asentados allí.  Las Cruzadas también fueron usadas contra judíos y cristianos ortodoxos. Algo similar fue la Inquisición (1184-1834). De las Cruzadas y la Inquisición los tres últimos papas, en nombre de la Iglesia Católica, han pedido perdón a la humanidad. (También Isis y Al Qaeda asesinan en nombre de Alá, pero no representan a la mayoría de musulmanes, como otros extremistas no representan a los cristianos).
 
En EE. UU. algunos cristianos de extrema derecha encuentran aceptables las creencias racistas de parte de los supremacistas blancos, la mayoría de los cuales no comparten su fe pero están unidos por su odio racial. Estamos hablando de una minoría, pero  peligrosa, que no representa la esencia de los cristianos blancos de EE. UU. ni de los cristianos en general de ese país, pero tienen el potencial de causar mucho daño, como ya ha sucedido. Existe una conexión total entre el extremismo político de extrema derecha y el extremismo religioso de extrema derecha, pero estas personas no asisten a ninguna iglesia ni leen La Biblia. ¡Ojo! No hablo de personas de centro-derecha o simplemente de derecha, sino de “extrema derecha”.
 
Por otra parte, en EE. UU. grupos afro-americanos como Black Lives Matter han reaccionado con odio y violencia al odio y la violencia ejercida contra ellos, cometiendo vandalismo. El odio engendra odio y la violencia engendra violencia. Ninguna se justifica, aunque tampoco se pueden equiparar. Siempre existe un sector opresor poderoso y un sector oprimido. Lograr la convivencia en paz en esa admirable nación grandiosa, pero ahora tristemente dividida y polarizada, es una tarea difícil pero necesaria. Los cristianos verdaderos y los estadounidenses de buena voluntad, de derecha o izquierda, tendrán que hacer grandes esfuerzos para rescatar de los extremismos y del odio a su país. Una tarea igual para los verdaderos cristianos del mundo, allí, donde sea que el odio y la violencia existan.