20231209

Cómo superar la tristeza

Es posible superar la tristeza, por más dolorosa que sea, pero es importante primero aceptarla como algo natural.

Adolfo Miranda Sáenz
 

Las emociones son parte del ser humano: son naturales, son parte de nuestras formas de experimentar la vida, sin embargo, si no están bajo control, pueden convertirse en obstáculos que afectan la vida diaria y las relaciones con los demás de manera negativa.

Paul Ekman, un psicólogo especialista en el estudio de las emociones y profesor de psicología de la Universidad de California, ha descrito 7 emociones básicas del ser humano que todos experimentamos a pesar de que las expresamos de distinta manera. Estos son: la tristeza, la ira, la sorpresa, el miedo, el asco, el desprecio y la alegría. 

La tristeza es una especie de dolor emocional —explica— presente en los momentos más difíciles para un ser humano. Puede aparecer al perder a un ser querido, al no cumplirse nuestras expectativas, al recibir el diagnóstico de una enfermedad o por la pérdida de algo valioso. Da una explicación fisiológica y neurológica, pues la tristeza está relacionada con una disminución en los niveles de serotonina: la hormona más relacionada con la felicidad. 

A nivel neurológico y nivel psicológico, la tristeza es el estado de ánimo opuesto a la alegría. Se manifiesta con pesimismo, insatisfacción y tendencia al llanto. La gente, cuando se siente triste, puede tener problemas de sueño, sensación de opresión en el pecho, nudo en la garganta y hasta dolor físico. Asimismo, es común tener una disminución en la motivación para llevar a cabo actividades diarias con normalidad, junto con falta de apetito. 

Por más desagradable que sea, la tristeza es parte de la vida. Es un proceso psicológico fundamental, puesto que nos ayuda a aceptar la situación que estamos atravesando en ese momento. Sin embargo, cuando la tristeza es la que toma el control y no es gestionada de manera saludable, se convierte en un obstáculo. 

Es posible superar la tristeza, por más dolorosa que sea, pero es importante primero aceptarla como algo natural. Debemos reconocer que estamos tristes y que estarlo es un proceso normal como seres humanos que somos. Que no es un signo de debilidad, al contrario, aceptarla y enfrentarla es una de las cosas más valientes que podemos hacer. 

El siguiente paso sería evaluar lo que nos origina la tristeza y qué cosas están en nuestras manos para cambiar la situación que nos la causa. Por ejemplo, si estás triste por la pérdida de una buena oferta de trabajo: después de aceptar lo que pasó, debes identificar las causas, buscar otras ofertas laborales, analizar qué errores cometiste y cómo mejorar en el futuro. 

Si la causa de la tristeza no tiene solución, como la pérdida de un ser querido, entonces el paso será aceptarlo, reconocerlo, entenderlo como natural (la muerte es parte de la vida y todos vamos a morir en algún momento que nadie sabe cuándo sucederá), desahogar nuestra pena (el llanto es útil y a veces necesario) y buscar consuelo y apoyo en personas cercanas como miembros de la familia o amigos que te ayudarán a superarla.

Ante el fallecimiento de un ser querido, como en otras circunstancias (separaciones, pérdida de bienes y todo lo que no podemos cambiar ni resolver a corto plazo) guardar un tiempo de duelo es necesario, pero no debemos alargar el duelo ni “enterrarnos con el que falleció" ni “irnos —mentalmente— con el —o lo— que se fue”. Hay que pensar que la vida sigue y alrededor de nuestras hay personas que nos necesitan muy vivos y activos.  

Para los creyentes es de gran ayuda la fe y la oración. Pero, además, ayudan la meditación, los ejercicios de respiración, escuchar música o hacer ejercicio. Estos son también recursos que te ayudarán a aumentar los niveles de serotonina y facilitarán la gestión emocional de la tristeza. Si tienes deseos de llorar, ¡llora! Es bueno llorar en estos casos; reprimir el llanto no es bueno, s eas hombre o mujer. Es normal que los hombres lloren. Recordemos que el mismo Jesús lloró. 

Los seres humanos somos seres sociales. La capacidad que tenemos para juntarnos en los momentos difíciles nos permite superar cargas muy pesadas que, de lo contrario, no podremos superarlas. No aislarte y mantenerte en contacto con tus amigos y familiares te ayudará a llevar la tristeza de la mejor manera. 

No dejes de reunirte en tu iglesia o comunidad religiosa. No te recluyas, sal a caminar, a que te dé el sol y tu mente se distraiga. Viaja aunque sea al pueblo vecino. Pasa un día paseando con tu familia o amigos. Que tu mente esté ocupada en otras cosas que no sean lo que te origina la tristeza.¡No te quedes en casa!

Los sentimientos de tristeza pueden ser un síntoma de la depresión, pero no es lo mismo. La tristeza es temporal y pasajera, originada por alguna situación dolorosa o desagradable, pero debe pasar. No debes permitir que se instale permanentemente. La depresión es diferente, es una enfermedad que debe ser tratada por un médico. El paciente con depresión se encuentra en un estado de absoluta melancolía, tristeza profunda, apatía y falta de motivación total. ¡ No permitas que tu tristeza se convierta en depresión! 

Si te encuentras triste, no olvides que lo que estás experimentando es normal y parte de un proceso necesario para tu salud mental. Que es algo pasajero. No olvides que tú puedes y debes superar tu tristeza. 

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