Adolfo Miranda Sáenz
Conocí al doctor José
Rizo Castellón en el Colegio Centro América de Granada. Coincidimos en las
inquietudes literarias, concursos de oratoria y actividades culturales. Era muy
amigo de mis primos Sáenz, en cuya casa de Granada solía quedarse algunos fines
de semana, pues siendo jinotegano estaba en el internado del colegio.
Me reencontré con José
cuando regresó del exilio en Chile y reestructuró el Partido Liberal
Constitucionalista con el doctor Arnoldo Alemán y mis dos amigos granadinos de la
infancia, Lorenzo Guerrero Mora y José Antonio Alvarado. Yo había sido en los
años 70 uno de los organizadores y directivo del Movimiento Liberal
Constitucionalista liderado por el doctor Ramiro Sacasa Guerrero para separar el
liberalismo del somocismo, pero en los 80 el MLC se fue diluyendo y estaba entonces
casi desaparecido, cuando estos cuatro amigos le dieron nueva vida como PLC. El
doctor Alemán era Alcalde de Managua y José era el Secretario de la Alcaldía,
cuando un día José me llamó por teléfono para invitarme a tomar un café en el
despacho del alcalde. Allí conocí al doctor Alemán y me reencontré con mis dos
amigos granadinos y con José, que conocía mi liberalismo desde siempre y me
tenía listo el carnet del PLC, que al aceptárselo lo firmó el doctor Alemán.
José fue de una cultura
exquisita. Un “gentleman” como suele decir mi esposa. Fue un social liberal
auténtico, de un liberalismo profundo con gran sensibilidad social. Un
intelectual de primera línea. Después de graduarse en Derecho en la UCA siguió
sus estudios en Francia, en la “Université Grenoble”, y en Inglaterra, en “The London School of
Economics and Political Science”. Dominaba el francés y el inglés. Su
conversación era amplia y enriquecedora. Escribió “Confesiones de un Vicario” e
“Hijos del Tiempo”. Durante su exilio en Chile formó una familia de la cual
nacieron sus dos hijos, José y Catalina. Durante la campaña presidencial del
doctor Alemán y su posterior administración, fue creciendo mi amistad con José,
a quien siempre vi como un futuro gran presidente social liberal, demócrata a
carta cabal.
Consideré que era el
candidato ideal del PLC para las elecciones siguientes. Con su inteligencia y
tacto formaría un buen equipo que abordaría con eficiencia los problemas
económicos, sociales y políticos del país. Pero el apoyo del doctor Alemán inclinó la
balanza a favor del ingeniero Enrique Bolaños. José, entonces, fue el candidato
a vicepresidente. Como secretario del candidato vicepresidencial esperaba ver
en la campaña de la fórmula Bolaños-Rizo la armonía que vi en la campaña de la
fórmula Alemán-Bolaños. Pero no fue así. Pude percibir de inmediato que había
un afán de los que rodeaban a don Enrique para alejarse del PLC, lo cual
resultaba contraproducente pues la base política, la organización y las
estructuras electorales indispensables para ganar la elección eran las del PLC.
Los liberales no veían en don Enrique a un verdadero liberal, pero las bases y
estructuras apoyaron la fórmula identificándose con José Rizo. Eso fue
determinante para el triunfo. Una vez presidente, el equipo del ingeniero
Bolaños y las estructuras liberales se distanciaron más y eso creó una tensión
entre él y su vicepresidente durante su administración.
Siendo José Vicepresidente
de la República y Presidente Honorario del PLC consideró necesario que éste se
renovara e impulsó una reestructuración general del partido a todos los
niveles. Proponía un plebiscito liberal para que el partido se renovara. Como
aquella iniciativa no prosperó al ser bloqueada por el Consejo Supremo
Electoral, algunos decidieron crear otro partido. José no quiso ser la causa de
una fatal división política, visualizando que tal división no convendría al
país, y continuó en el PLC.
Tuve el honor de haber
sido su secretario en la campaña y luego el Secretario Privado y Jefe del
Despacho del Vicepresidente de la República, gozando de toda la confianza de
este amigo tan admirado y apreciado por mí, renunciando al cargo cuando José
renunció al suyo para lanzar su candidatura a la presidencia. José renunció
para continuar su carrera política. Yo para retirarme de la política partidista
y dedicarme a servir a la Iglesia y al periodismo. El doctor José Rizo
Castellón fue el siguiente candidato del PLC, llamando a la unidad, y el
licenciado Eduardo Montealegre fue el candidato de ALN. Excelentes ambos, que
si hubiesen corrido juntos, en fórmula, hubiesen ganado fácilmente. No pudo
ser, y esa división le dio el triunfo al adversario. José, retirado de la
política, acompañado de su familia, falleció en Chile. Descanse en paz.