20220209

El relevo de las generaciones

Estamos despidiendo a la generación de nuestros mayores, pero nuestros hijos y nietos poco a poco nos van relevando a nosotros.

Adolfo Miranda Sáenz


Los que tenemos entre 55 y 75 años pertenecemos a una generación llamada “Baby Boomers” (Niños del Auge), nacidos entre 1946 y 1965. Según el “Pew Research Center” nuestra  generación se desarrolló en un ambiente económico favorable. Aunque esta información viene de países desarrollados, en Nicaragua se aplica en parte.
 
Empezamos la vida cuando no habían televisores y la familia se reunía para comer y conversar sentados a la mesa con nuestros padres y abuelos disfrutando de pláticas amenas. También nos reuníamos junto a la radio para escuchar las noticias, radionovelas o partidos de béisbol. Eran los tiempos en que los padres daban nalgadas a sus hijos porque la disciplina era tomada en serio y con nalgadas pudieron salvarse muchos de tomar malos caminos. Un castigo era recibido con reverencia y bastaba una mirada del padre o la madre para entender que era mejor portarse bien. Es la generación del “nido vacío”, pues nuestros hijos son mayores y se han independizado o están a punto.
 
Recordamos nuestra juventud, cuando nos peinábamos con brillantina Yardley perfumándonos con Agua de Colonia 4711, Jean Marie Fariña u Old Spice; las mujeres usaban Channel No. 5, Intimate y loción Jean Nate. Usábamos pañuelos de tela cuidadosamente doblados y perfumados, para el sudor, la nariz o, cuando era el caso, facilitárselo a una dama. Disfrutábamos del cine en blanco y negro y luego de la maravilla del color en “Cinemascope”. La televisión en blanco y negro fue un gran acontecimiento, y luego la televisión a colores, un privilegio. ¡Cuánta música escuchamos en discos de acetato de 33 y 45 revoluciones! El tocadiscos fue el rey hasta en las fiestas. ¡Y cada canción era una poesía!

Los Baby Boomers sustituimos a la “Generación de la Guerra” (que vivieron durante la Segunda Guerra Mundial) formada por los nacidos antes de 1946: nuestros abuelos, padres y hermanos mayores, de los que ya van quedando pocos.  Nos sigue la Generación X, nacidos entre 1965 y 1982, de entre 40 y 56 años. A ella pertenecen muchos de nuestros hijos, los que clasificados con la X de la incertidumbre se vieron afectados por recesiones económicas fuertes y mucho desempleo. En Nicaragua son los que más sufrieron los problemas de la década de los 80 y muchos crecieron en medio de las grandes dificultades del exilio. Sin embargo, su generación es hoy el motor económico de las demás generaciones hacia arriba y hacia abajo. Las diferencias de nosotros con ellos no son tantas como con las siguientes generaciones menores.
 
Les siguen los “Millenials”, nacidos entre 1981 y 1996, de entre 22 y 40 años. Muy difíciles de entender —o comprender— para nosotros. Protagonistas estrellas del internet, smartphone, laptops y tablets. Son idealistas y viven bajo una economía precaria, pero suelen comprar lo que quieren aun contando con pocos recursos económicos. Todavía  muchos —en Nicaragua— creen y viven con grandes valores como casarse, tener hijos y comprar casa. Más difícil todavía es comprender a la Generación Z o “Centennials”, menores de 22 años. Con la gran cualidad de aceptar la diversidad en todos los aspectos y respetarla como algo natural en la sociedad, crecen conectados a internet como ciudadanos de la “Era Digital”. Impacientes, acostumbrados a la información breve e inmediata y, por eso, con poco sentido crítico. Se les caracteriza por cuatro íes: internet, irreverencia, inmediatez e incertidumbre.
 
Los Baby Boomers estamos despidiendo a la generación de nuestros mayores, pero nuestros hijos y nietos poco a poco nos van relevando a nosotros. Algunos ya se han marchado, otros retirado, y muchos siguen activos trabajando. Aunque vivimos un poco aturdidos por un desarrollo tecnológico tan veloz que no logramos alcanzar y nuevos valores que no terminamos de entender, somos una generación que empieza a despedirse de un mundo que nos cuesta comprender, ¡pero lo intentamos!

Artículo publicado en el Diario La Prensa y transmitido en Radio Corporación (Managua)