20220307

Una Guerra entre EE. UU. y Rusia: ¿el fin del mundo?

En caso de que exploten tan solo el 10% de sus bombas nucleares, los dos quedarían destruidos 48 horas después. En poco tiempo los daños seguirían hasta cubrir el planeta.


Se han hecho estudios serios y confiables sobre los resultados de una guerra entre Estados Unidos y Rusia; entre otros, el análisis del científico estadounidense Carl Sagan, premiado dos veces por la NASA por sus aportes a la ciencia, premiado por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, la Asociación Americana de Profesores de Física y la Sociedad Astronómica Americana, entre más de treinta reconocimientos; otra investigación la hizo el Programa de Ciencias y Seguridad Global de la Universidad de Princeton; también lo hizo la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos, e igualmente otras instituciones importantes. Todos coinciden en el resultado final: Sí; sería el fin del mundo. Veamos, en forma resumida, por qué lo afirman.   
 
Estados Unidos cuenta con un arsenal de más o menos 5 mil bombas nucleares y Rusia cuenta con más o menos 6 mil. Pero para acabar con la vida en la Tierra bastaría que entre los dos lancen 500 de esas bombas. Una bomba nuclear tiene entre 20 a 50 megatones de capacidad explosiva (energía al detonar) y serían suficientes 10 mil megatones de explosión para acabar con el mundo tal como lo conocemos. 500 bombas nucleares de 20 megatones o 200 de 50 megatones causarían el cataclismo. Una sola bomba de 20 megatones alcanzaría, al explotar, una temperatura de 300 millones de °C durante 7 segundos (el centro del Sol alcanza 20 millones °C). En unos 15 Km. de radio todo sería casi instantáneamente consumido por una inmensa bola de fuego. Toda persona en un radio de 45 Km. sufriría graves quemaduras (o sea, en un diámetro de 90 Km., el largo de una ciudad grande).
 
El aire sobrecalentado en las cercanías de la zona sería impulsado hacia la periferia reforzando el efecto abrasador de la bola de fuego. Lo que no destruya el fuego inicial lo haría la onda de choque que envolvería edificios y cualquier cosa que alcance. El efecto no sería como de un golpe sino como un estrujamiento envolvente que se recibiría de todas direcciones. Construcciones, vehículos, árboles y cualquier cosa que se encuentre sería quemado o triturado. Esto sucedería con una sola bomba, pero generalmente los misiles nucleares llevan varias bombas a la vez, las que al aproximarse a su objetivo se esparcen y explotan en diferentes direcciones.
 
En caso de que Estados Unidos y Rusia exploten tan solo el 10% de sus bombas nucleares, los dos quedarían destruidos 48 horas después, pues alcanzarían los 10 mil megatones con las primeras 500 bombas; pero también destruirían a Canadá, México y toda Europa. En poco tiempo los daños seguirían hasta cubrir el planeta. Después del fuego y la onda de choque, una lluvia de cenizas y polvo radioactivos contaminarían el aire, la tierra y el agua. Los vientos y las corrientes esparcirían la radiación. Todo quedaría radioactivo. Los pocos sobrevivientes morirían de enfermedades de la piel, vías digestivas, corazón, cerebro y cáncer en diferentes órganos. Una nube de gases tóxicos subiría a la estratósfera y taparía el sol produciéndose una gran oscuridad y el congelamiento de la tierra como en la era glacial que acabó con los dinosaurios.
   
¿Podrían las potencias enfrentarse en una guerra sin usar armas atómicas o limitándolas a un uso gradual? Los expertos consideran que no, porque ninguno estaría dispuesto a arriesgarse a ser derrotado, sometido o humillado por el otro, sin lanzar todas sus armas nucleares. Más aún, se considera que un primer ataque de uno haría que el otro se adelantara a lanzar un fuerte ataque nuclear antes de que el otro lo haga primero. ¿Son efectivos los llamados “escudos nucleares”? Los expertos afirman que no;  tales cohetes interceptores no lograrían interceptar más de un quince por ciento de misiles nucleares. En conclusión, sería inevitable el fin del mundo.

Publicado en el Diario La Prensa y transmitido por Radio Corporación (Managua)