A nivel mundial la organización que realiza más obras sociales para la humanidad es la Iglesia Católica. Conozcamos algunos datos.
Adolfo Miranda Sáenz
Se habla mucho contra la Iglesia Católica reprochándole pecados históricos y nuevos que desde el Santo Padre, el Papa, hasta el más humilde fiel católico hemos reconocido su gravedad. Esos pecados nos entristecen y la Iglesia toma muy en serio su no repetición. Los tres últimos Papas, en nombre de la Iglesia, han pedido perdón humildemente al mundo por los pecados de algunos malos hijos de nuestra Santa Madre Iglesia.
Sabemos que Jesús fundó una Iglesia de hombres y mujeres imperfectos y pecadores, no de ángeles. Por eso, aunque la Iglesia sea Santa, en esta vida está formada por personas humanas, y entre ellos han surgido grandes santos y hombres sabios y buenos, así como también algunos —que son una minoría— que tomaron malas malas decisiones y otros que cometieron muy malas acciones.
Hoy se ha puesto de moda criticar a la Iglesia, pero muy pocos hablan de tanto bien que la Iglesia y los católicos que la forman han hecho y hacen, siendo muchísimas más las virtudes que a veces se ignoran, que los defectos que se tienen. Veamos algunos datos sobre el gran bien que la Iglesia hace en el mundo tan solo en el aspecto social (porque también lo hace en otros aspectos como en lo afectivo, lo espiritual, en el arte, la ciencia y la cultura).
Es imposible calcular todas las millares de obras sociales que desarrolla la Iglesia... ¡Son incontables! No se llevan registros completos de millares de obras que realizan en el mundo una gran multitud de sacerdotes, órdenes religiosas y laicos católicos. No existe a nivel mundial otra organización que realice más obras sociales que la Iglesia Católica.
La Iglesia fundó los primeros hospitales, asilos y orfanatos de la historia, desde la Edad Media. Las primeras escuelas públicas las crearon las órdenes religiosas católicas.
Veamos tan solo un registro parcial que ha podido recopilar el Vaticano de las obras que hoy están vinculadas a la Santa Sede (la mayoría de las obras sociales no tienen ese vínculo directo con el Vaticano y no están en este registro): El Vaticano recibe informes de la educación gratuita de 56 millones de niños y jóvenes y de 700 mil centros sociales. Solo considerando este registro la Iglesia Católica atendería por lo menos el 26% de los hospitales del mundo.
Fuera del registro de los que reportan al Vaticano, la Iglesia cuenta en los cinco continentes con innumerables hospitales, centros de salud, asilos, orfanatorios, guarderías, centros de rehabilitación, centros para leprosos, centros de atención al sida, albergues para indigentes, comedores gratuitos, albergues para inmigrantes y refugiados. Incluso atiende a las vícticas en algunas zonas de guerra y bajo fuego.
Para atender diferentes urgencias sociales el Papa, directa y personalmente, decide sobre la ayuda de más de 30 millones de euros al año.
Un registro completo y mundial es imposible tenerlo, ni siquiera aproximadamente, porque hay obras sociales que dependen de cada obispo, otras de cada parroquia, otras de las diferentes numerosas órdenes religiosas de hombres y mujeres, como las monjas de Santa Teresa de Calcuta, o las monjas josefinas que sirven en muchos hospitales, y tantas otras monjitas dedicadas a la labor social.
Solo en los Estados Unidos la asistencia brindada por la Iglesia Católica supera a toda otra organización de aquel país. En la “Catholic Charities USA” trabajan 1.700 asociaciones que ayudan a más de 9 millones de personas. En América Latina los jesuitas tienen un millón de niños en las escuelas gratuitas de "Fe y Alegría" .
La Iglesia Católica de España, por ejemplo, mantiene 107 hospitales que atienden anualmente a medio millón de enfermos ambulatorios y hospitalizados; 937 orfanatorios; invierte 12 millones de euros anuales en rehabilitar a drogodependientes, y tiene otros centros para diferentes obras sociales.
En la arquidiócesis de Managua tenemos parroquias, sacerdotes, religiosos y religiosas, y múltiples movimientos de laicos que atienden obras sociales como guarderías, escuelas, comedores, dispensarios, asistencia a los ancianos y enfermos, etc. También de nuestra arquidiócesis es difícil tener un inventario completo, pues aquí los salesianos tienen sus propias obras, los franciscanos tienen las suyas, y así sucesivamente las diferentes congregaciones de sacerdotes y hermanos religiosos, y de hermanas religiosas más conocidas como monjitas.
Por ejemplo, en la parroquia a la que pertenezco tenemos voluntarios laicos dedicados a realizar la pastoral social con el respaldo de todos los católicos de la parroquia, y se atienden a varias decenas de ancianos desvalidos con alimentos y medicinas y ya se le construyeron las primeras casitas para que vivan bajo un techo digno. Se visita la Cárcel de Mujeres atendiendo muchas necesidades de las reclusas y de sus hijitos pequeños que permanecen con ellas. También se tiene una Clínica Médica o Dispensario, con un médico, una enfermera y algunos medicamentos.
Otras parroquias tienen sus propias obras sociales. Porque esto hacemos en el mundo los católicos, y poco se sabe de ello porque Jesús nos manda a hacer el bien sin publicidad, sin que la mano izquierda sepa lo que hace la derecha. Pero me pareció importante, por esta vez, comentarlo con ustedes.
Además, la Iglesia —como parte de la evangelización que realiza en el mundo— proclama su Doctrina Social, parte medular de la doctrina que nos enseña Jesús, predicando la justicia social y la transformación de las estructuras de opresión y explotación, que son estructuras de pecado, en estructuras de justicia y equidad; y la transformación de las actitudes de indiferencia y pasividad ante la situación de los pobres y necesitados, en actitudes de compromiso, de servicio y de amor.