La familia, como institución, está siendo desvirtuada y desvalorada. El futuro de la sociedad depende primordialmente de lo que sean la familia y la educación que en ella reciban los hijos.
Adolfo Miranda Sáenz
La ley natural considera a la
familia como la forma normal en los seres humanos para reproducirse, dar la
debida protección y educación a los hijos y protegerse mutuamente. La familia,
según la ley natural, se forma con la
unión de un hombre y una mujer mediante el matrimonio basado en el amor y el
compromiso de cuidarse en todo momento, guardarse fidelidad mutua y tener,
criar y educar a sus hijos hasta que puedan valerse por sí mismos; así como los
hijos tienen el deber de cuidar a sus padres en la enfermedad y en la vejez, y
todos socorrerse unos a otros en sus necesidades.
El futuro de la sociedad depende primordialmente de lo que sean la familia y la educación que en ella reciban los hijos. La llamada “liberación” de las relaciones sexuales que pretende reconocer como natural que se tengan relaciones sexuales por mero placer, sin amor, sin compromiso, ni siquiera entre novios realmente enamorados con alguna posibilidad de llegar a casarse (o sea, relaciones sexuales con quien me gusta y punto); el incremento de nacimientos fuera del matrimonio comprando semen o usando un vientre de alquiler; la legalización del aborto… son parte de las causas de la crisis de la institución familiar: la expresión primera, básica, de la naturaleza social del ser humano. ¡Es la base de la sociedad!
[Es bueno detenerse a pensar que las relaciones sexuales solo por placer o porque "ese o esa me gusta" deshumaniza a la persona que deja de ser un SUJETO que produce y siente atracción sexual acompañada por una atracción afectiva (amor) —atracción y afecto bilateral, de pareja— para convertirlo en un simple OBJETO de placer; como un juguete sexual].
Una sociedad con
familias sólidas y sanas será una sociedad sólida y sana. Y sin sociedades
sólidas y sanas no existirá un mundo sano, una raza humana mental y
sicológicamente sana. Son —entre otros— algunos síntomas muy alarmantes, una
sociedad que recurre cada vez más a la violencia y las drogas, el aumento
proporcional de enfermedades mentales incluyendo depresión y ansiedad y el
aumento proporcional de suicidios.
(Lea a continuación, abajo: La importancia del matrimonio)
Publicado en el Diario La Prensa y Transmitido por Radio Corporación (Managua)