También son iguales con más porcentaje de ciudadanos que no los aprueban que los que los aprueban. A los dos los aprueba un 45 % y los rechaza un 50 %, con un 5 % neutro. Una elección hoy entre Biden y Trump sería entre dos candidatos más rechazados que aprobados.
Los republicanos afirman que votarán por Trump por dos razones: por simpatía o por disciplina partidista. Entre los que le tienen simpatía hay un grupo muy particular que constituye su base sólida; no son todos sus simpatizantes, pero sí los más fieles. Es un sector de blancos anglosajones, protestantes, varones, mayores de 40 años, con poca instrucción y con actitudes ultra conservadoras, entre ellos muchos campesinos y montañeses blancos llamados “redneck”. Si Trump no resultara el candidato del Partido Republicano esta base sólida lo apoyaría formando un tercer partido dividiendo el voto conservador.
El 5 de noviembre votarán los inscritos como demócratas y republicanos y aproximadamente un 40% de independientes. Los independientes son los que siempre inclinan la balanza por uno u otro candidato. A veces se presenta un tercer partido, pero solo logra obtener resultados mínimos.
Según las encuestas actuales, la mayoría de los demócratas serán fieles a Biden y la mayoría de republicanos a Trump. La mayoría de republicanos votarían por Trump, unos porque absolutamente creen en él y lo admiran, y otros por disciplina partidista. Pero el 40% que son los independientes no aprueban ni a Biden ni a Trump.
De Trump sus adversarios dicen que con mentiras ha dañado el prestigio de la democracia y de la administración de justicia de Estados Unidos. Suelen recordar “la toma del Capitolio” y su discurso de ese día que algunos considerando fue lo que promovió esas acciones.
Además se debaten otros temas, como la ideología de género, la atención a la salud, el tema de las armas, la violencia, el racismo, la migración y asuntos económicos… entre otros.
¿Serán ciertas o falsas las virtudes y defectos que cada sector ve en Biden y en Trump? En las elecciones democráticas los ánimos se exaltan y se tiende a exagerar virtudes y defectos según las simpatías. Los que decidirán a quién de estos dos prefieren tener como su presidente, son los estadounidenses.
Falta mucho todavía. Seguiremos observando con atención para informarles y comentarles objetivamente.