20230619

¿Se puede ser liberal y conservador al mismo tiempo?

Un liberal auténtico puede,  en ciertos temas,  tener algunas concepciones  consideradas conservadoras. Y una persona con una fuerte actitud conservadora ante la vida puede defender fervientemente algunos principios liberales. 

Adolfo Miranda Sáenz


Hago este comentario desde mi ideología liberal, aunque actualmente estoy apartado de toda actividad política y no participo ni me identifico con ningún partido ni movimiento político.

¿Se puede ser liberal y conservador al mismo tiempo? La respuesta es sí. Y la razón de eso es muy sencilla: el liberalismo es una "ideología", mientras que el conservatismo no es una ideología sino una "actitud ante la vida". 

Habemos liberales que defendemos la economía capitalista de libre empresa, la propiedad privada y el gobierno democrático basado en elecciones libres y  división de Poderes, que son conceptos fundamentales de la ideología liberal, pero no aprobamos la legalización del aborto voluntario ni la llamada ideología de género , lo cual se considera tener actitudes conservadoras en estos temas.

Hay personas conservadoras que en sus actitudes ante la vida son muy tradicionalistas y radicales en temas morales y sociales, pero defienden la economía, el sistema de gobierno  y algunos principios fundamentales del liberalismo, como la democracia representativa y las elecciones libres . Como es perfectamente normal que  una persona de ideología liberal pueda tener algunas concepciones consideradas conservadoras, en ciertos temas. O sea, que una misma persona puede ser liberal en algunos asuntos y conservadora en otros. 
 
El liberalismo es una filosofía política que defiende la libertad individual, promueve la iniciativa privada y limita la intervención del Estado y de los poderes públicos en la vida social, económica y cultural. Promueve las libertades civiles y económicas, se opone a todo sistema político que no se base en la democracia y defiende la propiedad privada y la libertad de empresa.
 
Es la ideología liberal en la que se fundamenta el Estado de Derecho, la democracia representativa y la división de Poderes. Es también una forma de concebir la convivencia social que promueve la libertad y la tolerancia mutua en las relaciones humanas.
 
El liberalismo es una filosofía política que se subdivide en diferentes campos de acción. Por eso existe un Liberalismo Económico, un Liberalismo Político y un Liberalismo Sociológico.

Fue la ideología liberal la que mostró al mundo lo absurdo y nefasto del absolutismo de los emperadores y reyes. La que consolidó el sistema económico de libre empresa, el respeto a la propiedad privada y la necesidad de limitar la intervención del Estado en la economía y en la vida privada. El liberalismo consolidó el capitalismo y las libertades individuales, oponiéndose a las ideologías y concepciones dictatoriales, absolutistas y estatistas tanto de derecha, como el fascismo, como de izquierda, como el comunismo. 

El liberalismo defiende la igualdad en dignidad y derechos de todos los seres humanos sin distinción de sexo, raza, ideología, religión, condición social u origen. Repudia y combate toda discriminación y racismo.

Hoy en el mundo hay ideologías políticas que han incorporado en sus principios varios de los principios liberales, con algunas modificaciones, pero asumiendo lo fundamental del liberalismo económico y político. Lo podemos observar sobre todo en algunos partidos socialdemócratas europeos que se distanciaron de la concepción dictatorial y estatista del marxismo-leninismo, y en partidos socialcristianos que se distanciaron del asistencialismo y corporativismo adoptado inicialmente. 

El liberalismo antiguo de los siglos XVIII, XIX y parte del XX, en sus inicios sostuvo opiniones anti católicas motivadas por la identificación de la Iglesia con el poder de los monarcas y la íntima unión —y confusión— entre la Iglesia y el Estado .
 
También al principio el liberalismo asumió una filosofía individualista y muy egoísta sin solidaridad humana ni justicia social que hoy son parte del pensamiento liberal moderno y que —por su cuenta— también manda la Doctrina Social de la Iglesia a partir del Papa León XIII y ha sido enriquecida por Pío X y después por todos sus sucesores a partir del Concilio Ecuménico Vaticano II. Hoy la Iglesia Católica acepta como algo natural los principios liberales de separación entre Iglesia y Estado, y la libertad religiosa. 

Por otra parte, un liberalismo estilo “decimonónico”, individualista y egoísta, aunque es anacrónico, aún lo mantiene algunos pocos. El liberalismo moderno ha evolucionado y reconoce "todos los derechos humanos", incluidos los derechos sociales y económicos, como el derecho a la educación y a la salud garantizadas por el Estado; y defiende las políticas de justicia social con una intervención moderada del Estado, como la seguridad social, las normas de protección laboral y otras políticas que cubren las necesidades básicas y resuelven situaciones humanitarias elementales que el mercado por sí solo no tiene capacidad de resolver.
 
El liberalismo sociológico es —en principio y generalmente— opuesto a la “actitud conservadora ante la vida” porque defiende fervientemente la libertad individual de decidir cada cual sobre su vida privada y elegir sus opciones sin interferencia del Estado; pero los liberales católicos consideramos que hay temas que escapan al derecho de decidir cada cual como quiera, porque son temas que van contra “la ley natural”, y respetar y hacer respetar la “ley natural” escapa del ámbito privado al ser un asunto de “orden público”.

Por ejemplo, nadie puede alegar como "un derecho personal" matar a otra persona;y practicar el aborto voluntario es matar a una persona violando el derecho sagrado a la vida, y eso lo condenamos rotundamente.  

Otro ejemplo es que los liberales promovemos respetamos a los homosexuales que así nacieron, sin discriminarlos ni promover el odio hacia ellos, aceptándolos como son en nuestra sociedad humana; y desde una perspectiva política consideramos que no es de la incumbencia de otros “su vida privada y su intimidad”. Pero no podemos aceptar, en absoluto, que nos quieran imponer una visión social de la sexualidad que es diferente a la natural, porque únicamente hay dos sexos y dos géneros —masculino y femenino— y solo un tipo de matrimonio que es entre un hombre y una mujer Todo lo demás no es lo natural.

No aceptamos que se promueva públicamente la ideología de género, ni que se haga alarde y exaltación pública de ella,  ni que se quiera anular el derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus propios principios y valores, queriendo introducir en los sistemas educativos conceptos contrarios a los principios y valores que en cada familia se tienen, derivados de la ley natural, lo cual sí es violar el ámbito privado del “derecho de familia”. En todo lo que a los menores se refiere, la decisión que debe prevalecer es la de los padres.

En este sentido los liberales promovemos ser muy respetuosos, considerados y discretos con respecto a los que nacen homosexuales, pero exigimos de ellos el mismo respeto, consideración y discreción. El católico liberal es una persona tolerante, pero la tolerancia no es sinónimo de permisividad para atender contra las normas sociales que surgen de la "ley natural" universal, común a toda la humanidad, con la cual toda persona viene al mundo y nos permite distinguir el bien y el mal.