Hay historiadores para los que al menos 10 millones de muertes son atribuibles a Stalin.
Adolfo Miranda Sáenz
Entre los personajes de la historia reciente, a
partir del siglo XX, más recordados por su crueldad, está quien sucedió a Lenin
en el gobierno soviético: Iósif Stalin, nacido en 1878 en Georgia, que después
sería parte de la Unión Soviética (URSS); hijo de un zapatero alcohólico y de
una sirvienta acusada de promiscua. Su nombre era Iósif Vissariónovich
Dzhugashvili, pero adoptó el sobrenombre
de Stalin (en ruso, hecho de acero). Tenía una salud frágil; nació con
sindactilia (dedos unidos por una membrana) en dos dedos del pie; a los dos
años tuvo sarampión y escarlatina; a los 14 sobrevivió a la viruela que le dejó
marcas en el rostro; también fue atropellado por un coche quedando con un
defecto al caminar.
Stalin estudió en una escuela de la Iglesia
Ortodoxa de Georgia y luego ingresó en el seminario. Pero antes de ordenarse
Stalin renunció y se dedicó a la política. Se casó con Yekaterina Svanidze,
quien murió solo cuatro años después. Tuvieron un hijo, Yákov Dzhugashvili, con
el que Stalin no tuvo contacto desde la muerte de su madre. Yákov intentó
suicidarse disparándose sin éxito, pero sufriendo graves heridas. Stalin
comentó: “Ni siquiera pudo dispararse bien”. Su segunda esposa fue Nadezhda
Allilúyeva, quien se suicidó después de una discusión con él. Tuvieron dos
hijos, Vasili, quien murió a causa del alcohol en 1962, y Svetlana, que abandonó
la URSS viviendo en Estados Unidos donde murió en 2011. Stalin tuvo como amante
a Lidia Pereprygina, pero nunca reconoció posibles hijos con ella.
Después de estudiar el marxismo en su paso por el
movimiento socialista georgiano, se adhirió al Partido Bolchevique de Lenin
(después Partido Comunista de Rusia y
luego de la URSS) y lideró los “escuadrones de lucha” en asaltos a bancos. Al
triunfar la Revolución Bolchevique bajo Lenin, ocupó varios cargos, incluyendo miembro
del Comité Central Ejecutivo del Congreso de los Sóviets. La acumulación de
poder por parte de Stalin tomó al moribundo Lenin por sorpresa, quien en su
testamento político hizo llamamientos para que el partido lo apartara.
Stalin se encargó de eliminar al probable sucesor
de Lenin, León Trotsky, obligándolo a exiliarse y mandándolo a asesinar en
México. Al morir Lenin, Stalin presidió un liderazgo colectivo con Kameniev y
Zinoyev, a quienes posteriormente los mandó a matar. Se había convertido en el dictador
de la URSS desde 1922. Aunque la
colectivización de la producción agrícola que impulsó fue un desastre económico
y humanitario, fortaleció y estabilizó la Unión Soviética; y la participación de
la URSS bajo su mando fue decisiva para derrotar al nazismo en la Segunda
Guerra Mundial. Pero, lo que la historia recuerda más sobre Stalin son sus numerosos
crímenes. Gobernó imponiendo el terror con crueldad eliminando a sus más cercanos
camaradas considerándolos posibles rivales y eliminando a cualquier persona por
la mínima sospecha de oponerse o disentir de su régimen.
Durante la dictadura de Stalin cerca de cinco millones
de personas fueron encarceladas y obligadas a trabajos forzados, un millón fueron
ejecutadas y dos millones perecieron en el brutal cautiverio. Sin embargo,
algunos historiadores creen que los archivos contienen cifras incompletas. Hay
autores para los que al menos 10 millones de muertes son atribuibles a Stalin.
El sábado 28 de febrero de 1953 Iósif Stalin cenó
con su círculo político más cercano. Cuando se fueron, se retiró a dormir. Al
día siguiente no salió de su cuarto. A las diez de la noche del domingo 1 de
marzo, su mayordomo lo encontró tendido en el suelo vestido tal como se había
retirado de la cena. Tuvo un ataque cerebrovascular y estuvo noche y día inmovilizado
en el suelo sin ayuda. En su larga agonía de cinco días estuvo rodeado por sus
más cercanos camaradas, que se expresaban —apenas disimuladamente— deseándole
la muerte, mientras disputaban quien sería su sucesor. Finalmente murió. Tenía
74 años.